martes, 29 de mayo de 2007

Un Huizache

13 de abril, 2007:

Antes de salir de Oaxaca, me dirigí a la sabinera, el parque donde me encontré con Fidencio. Sentía que necesitaba hacer algo antes de irme. Para mi sorpresa, Loreto estaba en el columpio, balanceándose y fumando un cigarrillo. "No sabía que fumabas" le mencioné atónito. Ella se sonrió y me dijo que los malos hábitos llegan por sí solos. Le entendí su indirecta, pero no le dí importancia.

"Ni creas que te preguntaré acerca de tu encuentro con Magaly... lo que viviste con ella es para ti, ya si quieres compartirlo es tu problema, por mi parte, no encuentro ninguna novedad a esos sucesos. Magaly tiene un poder excepcional, que como mujer ha logrado definir su forma, su esencia, en pocas palabras se ha convertido en un huizache".

"¿Un huizache?".
"No sé por qué te sorprendes, ¿no sabes lo que es un huizache?".

Le dije que sí sabía, pero que no entendía el porqué Magaly se había convertido en un huizache. Me dijo que algún día lo comprendería. "Vale más descubrirlo por tí mismo a que te den la respuesta." Loreto me dijo que antes de partir, tenía que dejar todo lo que pertenecía a Oaxaca, incluyendo mis botellas de mezcal. Que me empezara a deshacer de todo lo que me ata a los mundos abstractos que posiblemente asustarían a mis conocidos.

"Espero que hayas tomado en cuenta los consejos de la Huizache. Estás gordo, recuerda que un mescalero pierde su poder cuando se pone gordo: envejece rápido, se hace lento y estúpido".

Los consejos de Magaly habían resonado en mi mente, que nada más pensaba en ello. Tenía que ponerme en forma, ya que las pruebas que me esperaban me iban a dar una sacudida tremenda, eran pruebas mortales.

Es increíble que enfrentarse con un ser humano común, sea un desgaste de energía. Además sentía que mi cuerpo ya había recibido un cambio a la fuerza, debido a los golpes que me había dado Fidencio. Según Loreto, me había moldeado.

"Aunque no lo creas, este será nuestro último encuentro. Me podrás volver a ver cuando traigas a esa personita. Esa es tu tarea. Regresar con una Huizache como Magaly. Además, habrán próximos encuentros. Conocerás el resto de los mescaleros".

Vaya sorpresa. No me esperaba una nueva tarea, y más de esa magnitud. Buscar una Huizache. Ante toda aquella sorpresa, le dije que no aceptaba la propuesta de dejar mis botellas de mezcal, porque en realidad ello había sido el factor que me habían permitido regresar a Oaxaca, y toparme nueveamente con Loreto. "Pretextos, muchacho, son sólo pretextos..."

Le pregunté entonces por qué me los había vendido, era obvio que todo tenía sentido para mí; sin embargo, mis preguntas eran para rogarle que por lo menos me dejara llevar una botella. Se sonrío al descubrir mi estrategia.

"No sé cómo le hagas, muchacho, pero tienes el poder de convencer... No funciona con todos, eh, pero conmigo sí. De acuerdo, sé que no es tanto para ti aquel mezcal, dejaré que te lleves por lo menos uno". Me emocioné y abracé a Loreto. Le di las gracias y le dije que en casa me esperaban Tareas reales antes que abstractas. Aún así, no le prometí conseguir aquella huizache, porque a lo mejor mi búsqueda suceda en otro lugar...

0 comentarios: