22 de Marzo, 2006:
¿Ustedes alguna vez han creído que se puede ejercer la voluntad en los sueños? Es cierto, parece imposible, porque si se pudiera nos quedaríamos en ese mundo. ¿Qué quiero decir con esto? El sueño es un mundo en donde no es lo mismo que la realidad; se rompen las barreras de la lógica. Pero tal como dijo mi benefactor: "Para un mescalero no existen límites, mientras tenga encendida la chispa de la Voluntad". Casi, casi yo le entendí que hay que tener fe, pero eso es sólo para el contexto religioso, ¿y Dios? No es que me esté alejando de mi religión, pero he aprendido muchas cosas, que incluso en mi vida las he aplicado y han demostrado ser factibles. Yo aplico mi voluntad, y sé que Dios tiene mucho que ver con eso, pero bueno, dejemos mis creencias, que no es lo mismo que mis pensamientos.
Se dice que con sólo recordar la palabra Voluntad en nuestros sueños, ya estamos ejerciendo la voluntad. Así de sencillo, ¿no? Pero, ¿para qué la voluntad? Mi benefactor dice que es indispensable para un Mescalero, ya que así puede manipular su mundo a una capacidad inmesurable a comparación del hombre común. En los sueños están nuestros peores enemigos, nuestros monstruos, nuestros miedos. Lo raro de los sueños (y lo he notado) es que cada vez que enfocas a cualquier lugar, rápidamente te cambias de sueño: la dichosa Conexión de sueños.
El caso es que después de haberme entrenado en las distintas artes de un Mescalero, he llegado hasta el nivel del Cambio de Realidad. Y más que una experiencia enriquecedora, demostré no ser apto para enfrentarme a un enemigo "oscuro": las sombras; mi sueño fue mi primera derrota.
Mi sueño consistió en aislar todas las pistas posibles capaces de desenmascarar a las sombras, ya que éstas pueden estar escondidas en cosas o personas fuera de lo normal. El caso que después de soñar una serie de eventos muy comunes, aunque no tanto: Estar en una plaza comercial en donde se realizaba una exposición de Ideas Universitarias, y luego intentar escalar un edificio de unos 80 metros ¿...? La escena de mi fracaso empezó cuando caminaba en una calle cerca de una capilla; sentía inseguridad en mí mismo, ya que tenía el miedo de que fuese asaltado, pues al parecer llevaba algo valioso que tenía que custodiar. Ese fue mi terrible error, no sabía que aquella bolsa que cargaba era la carnada. Debí soltarla. No importa; a continuación vi un taxi, y en un parpadeo estaba ya dentro de él; al parecer el conductor ya sabía la dirección de mi casa, porque identifique luego-luego, la zona en la que vivo. Escuche claramente la distorsión de la señal de radio, daba unas noticias alarmantes, que ni yo mismo recuerdo de qué hablaban. El conductor encontró el retorno y dobló en U para que pudiera acceder a la entrada de la colonia. Fue ahí que acompañé con la vista la vuelta del carro, cuando en la carretera vi dos sombras, una más alta que otra. Parecían ser dos mujeres cubiertas de velos plenamente oscuros: eran unos bultos delgados, ataviados de un vestido oscuro, cuyas faldas eran largas. Creo que levitaban porque no me percate de que flexionaran las rodillas al avanzar.
Con sólo visualizarlas empecé a sentir su aproximación lentamente hacia mí, y acompañado de una fuerte energía, al parecer, por su presencia. Una energía que me estaba congelando, porque no podía moverme. Fue ahí donde recordé que tenía que activar la Voluntad para poder seguir en el sueño, liberarme de las sombras y desafiarlas. Lamentablemente me vino a la mente la palabra "Poder" (no sé por qué) y la cual grité con una voz de gemido, ya que carecía de fuerza. Repentinamente fue sacudido y desperté en mi cama. Mi benefactor dijo que era mi derrota, y que regrasaría a desafiarlas en otra ocasión. Aunque en el fondo, escuché una voz que me decía que la sombra más alta era mi abuela materna.
Gritar "Poder" no tenía explicación, no sé que significa aún, pero por el momento estoy vedado en aislar los sueños.
¿Ustedes alguna vez han creído que se puede ejercer la voluntad en los sueños? Es cierto, parece imposible, porque si se pudiera nos quedaríamos en ese mundo. ¿Qué quiero decir con esto? El sueño es un mundo en donde no es lo mismo que la realidad; se rompen las barreras de la lógica. Pero tal como dijo mi benefactor: "Para un mescalero no existen límites, mientras tenga encendida la chispa de la Voluntad". Casi, casi yo le entendí que hay que tener fe, pero eso es sólo para el contexto religioso, ¿y Dios? No es que me esté alejando de mi religión, pero he aprendido muchas cosas, que incluso en mi vida las he aplicado y han demostrado ser factibles. Yo aplico mi voluntad, y sé que Dios tiene mucho que ver con eso, pero bueno, dejemos mis creencias, que no es lo mismo que mis pensamientos.
Se dice que con sólo recordar la palabra Voluntad en nuestros sueños, ya estamos ejerciendo la voluntad. Así de sencillo, ¿no? Pero, ¿para qué la voluntad? Mi benefactor dice que es indispensable para un Mescalero, ya que así puede manipular su mundo a una capacidad inmesurable a comparación del hombre común. En los sueños están nuestros peores enemigos, nuestros monstruos, nuestros miedos. Lo raro de los sueños (y lo he notado) es que cada vez que enfocas a cualquier lugar, rápidamente te cambias de sueño: la dichosa Conexión de sueños.
El caso es que después de haberme entrenado en las distintas artes de un Mescalero, he llegado hasta el nivel del Cambio de Realidad. Y más que una experiencia enriquecedora, demostré no ser apto para enfrentarme a un enemigo "oscuro": las sombras; mi sueño fue mi primera derrota.
Mi sueño consistió en aislar todas las pistas posibles capaces de desenmascarar a las sombras, ya que éstas pueden estar escondidas en cosas o personas fuera de lo normal. El caso que después de soñar una serie de eventos muy comunes, aunque no tanto: Estar en una plaza comercial en donde se realizaba una exposición de Ideas Universitarias, y luego intentar escalar un edificio de unos 80 metros ¿...? La escena de mi fracaso empezó cuando caminaba en una calle cerca de una capilla; sentía inseguridad en mí mismo, ya que tenía el miedo de que fuese asaltado, pues al parecer llevaba algo valioso que tenía que custodiar. Ese fue mi terrible error, no sabía que aquella bolsa que cargaba era la carnada. Debí soltarla. No importa; a continuación vi un taxi, y en un parpadeo estaba ya dentro de él; al parecer el conductor ya sabía la dirección de mi casa, porque identifique luego-luego, la zona en la que vivo. Escuche claramente la distorsión de la señal de radio, daba unas noticias alarmantes, que ni yo mismo recuerdo de qué hablaban. El conductor encontró el retorno y dobló en U para que pudiera acceder a la entrada de la colonia. Fue ahí que acompañé con la vista la vuelta del carro, cuando en la carretera vi dos sombras, una más alta que otra. Parecían ser dos mujeres cubiertas de velos plenamente oscuros: eran unos bultos delgados, ataviados de un vestido oscuro, cuyas faldas eran largas. Creo que levitaban porque no me percate de que flexionaran las rodillas al avanzar.
Con sólo visualizarlas empecé a sentir su aproximación lentamente hacia mí, y acompañado de una fuerte energía, al parecer, por su presencia. Una energía que me estaba congelando, porque no podía moverme. Fue ahí donde recordé que tenía que activar la Voluntad para poder seguir en el sueño, liberarme de las sombras y desafiarlas. Lamentablemente me vino a la mente la palabra "Poder" (no sé por qué) y la cual grité con una voz de gemido, ya que carecía de fuerza. Repentinamente fue sacudido y desperté en mi cama. Mi benefactor dijo que era mi derrota, y que regrasaría a desafiarlas en otra ocasión. Aunque en el fondo, escuché una voz que me decía que la sombra más alta era mi abuela materna.
Gritar "Poder" no tenía explicación, no sé que significa aún, pero por el momento estoy vedado en aislar los sueños.
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