martes, 29 de mayo de 2007

Señales abstractas

Cuando me levanté de la cama, me miré en el espejo: ningún amorotamiento por los golpes de Fidencio; mi ropa estaba limpia. Sin embargo, estaba adolorido; no podía incluso caminar. Me dí un buen masaje con un bálsamo que encontré en el ropero de mi primo. Me percaté que me había levantado a las tres de la mañana. El aire estaba fresquecito que me hacía tiritar de frío. Recordé lo que me había dicho Fidencio, que buscara a Magaly en Huajuapan.

Así que me dí una ducha, y salí temprano para poder alcanzar un taxi que me llevara de Tonalá a Huajuapan, ya que es una hora de viaje. Sin despertar a mis tíos, dejé una nota sobre la mesa, en la que indicaba que no se preocuaparan, que iría con unos amigos a Huajuapan.

Cuando llegué al paradero, me percaté que ahí estaba Fidencio dentro de su camioneta, echándose un cigarrillo.

"Veo que después de la madriza que te puse, tienes fuerzas para llegar hasta el paradero".

Le dije que estaba adolorido, pero que me valía; después de todo, tenía que conocer a esa tal Magaly. Fidencio se ofreció llevarme hasta la ciudad, si prometía quedarme callado en todo el camino. Acepté la oferta.Me quedé dormido durante todo el trayecto, hasta que me despertó Fidencio, señalándome que ya estabamos llegando a la ciudad, así que tenía que tener los ojos bien abiertos.

Me dejó en la catedral y me dijo que esperara a Magaly, que ella vendría a buscarme para llevarme a su casa.Quise entrar a la catedral, pero aún permanecía cerrada. Me aburría de estar parado esperando a Magaly. Momentos después, vi que tres muchachas se acercaban lentamente hacia mí... rápido supe que la de en medio era ella. Magaly es dos años mayor que yo, incluso más alta que yo.

"Tú debes ser Magaly..." le dije cuando estaba ya a cinco pasos de mí.

"Sí, así es y tú debes ser... Yef".
"hmmm, me llamo Fa..."
"No me interesa... Tú eres Yef, y punto".

Me pidió que las acompañara, ya que sus amigas Mary y Paty iban de regreso a Tlaxiaco; que iban a la terminal de la suburban, frente a la Normal. Accedí, y mientras las acompañaba, parecía que yo no existía, porque hablaban de sus intimidades y cómo la habían pasado la noche anterior.

Cuando las dejamos, caminamos de regreso sin pronunciar palabra alguna. Hasta que...

"¿En qué consiste tu parte?" le pregunté cuando cruzabamos el atrio de la catedral...
"¿Perdón?"

Le explique que Fidencio me había mandado a encontrarme con ella para que terminara mi lección. Magaly me dijo que no tenía nada que enseñarme, sino que me iba a revelar las dudas que me tenían atado al mundo "corriente".

"Para empezar, estás gordo. Eso es señal de que has perdido todo, Yef. Recuerdo que la última vez que te vi, eso fue casi ya año y medio, estabas delgado. Nos conmocionó mucho, porque pensamos que habías manipulado tu voluntad".

En realidad, yo no recordaba haberla conocido antes, sin embargo se me hacía familiar.

"Noto que cojeas, ja, me imagino que Fidencio se encargó de darte una buena tunda. Suele hacerlo en su lugar favorito, en la cueva, me refiero".

Le dije que no se preocupara por eso, pero sí estaba intrigado porque no tenía ni un moretón en el cuerpo, aunque sí sentía un fuerte dolor. Antes de que me dijera algo más, ya habíamos llegado a su casa. Ella abrió el portón sin hacer ruido, posiblemente no quería que la escucharan.

"Lo que viste en las paredes de la cueva son las señales abstractas. Signos de la voluntad misma. Si tantas ganas quieres saber de tu destino, ellas te lo pueden decir, o si lo deseas... aconsejar. Por eso escuchaste las voces. Te hablaban acerca de cómo volverte sensible, pero no quisiste comprender..."

Estaba atónito, no sabía cómo Magaly estaba al tanto del asunto, me preguntaba si tal vez a ella le cayeron a palos alguna vez ahí en el cerro.

"Te estás desvíando, Yef. Sé que estudias Lingüística, se supone que te ayudaría a tener una mente abstracta. En fin, te desvías, porque ya no puedes controlar tu vista. Observas a la gente para buscar significados, ¿qué mérito tiene? Estás aquí conmigo para que te entrene la mente a mí manera, claro. Pero antes, hay que desayunar, no quiero que te dé el soponcio en plena dinámica..."

0 comentarios: