lunes, 20 de julio de 2009

La maestría del Intento

Don Gaspar dijo enseguida que la maestría del intento y la maestría de la contemplación eran las dos obras maestras de los nuevos nauallis y que marcan el advenimiento de los nauallis actuales. Explicó que en sus esfuerzos por sacarle ventaja a sus opresores, los nuevos nauallis usaron todas las posibilidades. Sabían que sus predecesores habían logrado hazañas extraordinarias manejando una fuerza misteriosa y milagrosa que sólo pudieron describir como el poder. Los nuevos nauallis tenían muy poca información acerca de esa fuerza, y por eso se vieron obligados a verla y a examinarla sistemática y minuciosamente. Sus esfuerzos fueron ampliamente recompensados cuando descubrieron que esa fuerza es la energía del alineamiento.

Comenzaron viendo cómo el resplandor de la conciencia aumenta de tamaño e intensidad conforme las emanaciones interiores del capullo se alínean con las emanaciones en grande. Al igual que hicieron con la contemplación, usaron esa observación como trampolín, y siguieron adelante, desarrollando una compleja serie de técnicas para manejar ese alineamiento.

Al principio se referían a esas técnicas como la maestría del alineamiento. Luego se dieron cuenta que lo que estaba involucrado era mucho más que el alineamiento, era la energía que surge del alineamiento de emanaciones. A esa energía la llamaron voluntad.

La voluntad se convirtió en la segunda base de su serie de técnicas. Los nuevos nauallis la entendieron como un estallido de energía, ciego, impersonal, ininterrumpido, que nos hace comportarnos como lo hacemos. La voluntad es responsable de nuestra percepción del mundo cotidiano, e indirectamente, a través de la fuerza de esa percepción, es responsable de la localización de la esencia en su posición acostumbrada.

Don Gaspar dijo que los nuevos nauallis examinaron cómo tiene lugar la percepción del mundo de la vida diaria y vieron los efectos de la voluntad. Vieron que el alineamiento es renovado incesantemente para conferirle así continuidad a la percepción. Para renovar cada vez el alineamiento con el frescor que necesita para crear un mundo vivo, la descarga de energía que procede de esos mismos alineamientos se redirige automáticamente para reforzar algunos alineamientos selectos.

Esta nueva observación les sirvió a los nuevos nauallis como otro trampolín que los ayudó a alcanzar la tercera base de sus técnicas. La llamaron intento y la describieron como guiar la voluntad, o guiar intencionalmente la energía del alineamiento.

"Mi benefactor obligó a Loreto, a Celestino y a Alvina a concentrarse en esos tres aspectos del conocimiento de los nauallis. Celestino es el maestro del manejo de la conciencia, Albina es la maestra de la contemplación y Loreto es la maestra del intento".

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