domingo, 2 de agosto de 2009

La posición de Ensueño

Cuando regresamos a la casa de doña Alvina, don Gaspar dijo que la pericia de don Celestino con el cuerpo de ensueño no era nada en comparación con lo que habían hecho, o aún hacían los antiguos nauallis.

"Eso lo verás muy pronto", me dijo con un tono siniestro, y se rió. Con un miedo creciente, le pregunté qué era lo que quería decir, y eso sólo evocó más risa. Finalmente dijo que me iba a explicar la manera en que los nuevos nauallis entendieron al cuerpo de ensueño y la manera en que lo usaron.

"Los antiguos nauallis buscaban una perfecta réplica del cuerpo, y casi lograron conseguirla. Lo único que no pudieron copiar fueron los ojos. En vez de ojos, el cuerpo de ensueño tiene el resplandor de la conciencia. Nunca te diste cuenta de eso antes, cuando Celestino solía mostrarte su cuerpo de ensueño.

"A los nuevos nauallis les importa un comino una perfecta réplica del cuerpo: nunca tuvieron ningún interés en copiarlo. Han conservado, sin embargo, el nombre cuerpo de ensueño para indicar una sensación, un impulso de energía que es transportado por el movimiento de la esencia, a cualquier lugar en este mundo, o a cualquier lugar de los siete mundos accesibles para el hombre".

Don Gaspar delineó el procedimiento usado por los nuevos nauallis para lograr el cuerpo de ensueño. Dijo que comienza con un acto inicial, cualquier acto que por el hecho de ser continuo engendra intento inflexible. El intento inflexible lleva al silencio interno, y el silencio interno a la fuerza interna necesaria para mover la esencia en sueños a posiciones convenientes.

Llamó a este orden de sucesión el cimiento. Una vez completado este cimiento viene el desarrollo del control, que consiste en mantener sistemáticamente la posición de ensueño aferrándose tenazmente a la visión del sueño. La práctica constante resulta en una gran facilidad para sostener posiciones de ensueño en nuevos sueños, no tanto porque gane uno control con la práctica, sino porque cada vez que se ejercita este control se fortifica la fuerza interna. A su vez, la fuerza interna fortificada mueve la esencia a posiciones de ensueño, que pueden fomentar la sobriedad; en otras palabras, los sueños sé vuelven, de por sí, más y más maniobrables, incluso más ordenados.

"El desarrollo de los ensoñadores es indirecto. Es por eso que los nuevos nauallis creyeron que podemos ensoñar por nuestra cuenta, solos. Puesto que el ensueño utiliza un movimiento natural de la esencia, no deberíamos necesitar ayuda de nadie. Lo que verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nada puede dárnosla, ni ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Sin ella, el movimiento de la esencia, es caótico, como son caóticos nuestros sueños ordinarios.

"Así que, al fin y al cabo, el procedimiento para llegar al cuerpo de ensueño es la impecabilidad en nuestra vida diaria".

0 comentarios: