miércoles, 24 de junio de 2009

Mente ocupada

Quizá sea difícil dejar de pensar que uno está predestinado para algunos eventos fuera de lo normal. O quizá sea sencillo pensar que algún día tendrás éxito en el momento menos esperado. No lo sé, no necesito pensar en todo esto, ¿qué propósito tiene? Cuando me desperté, el cielo estaba gris, el clima fresco, y la lluvia cayendo por más de 3 horas. Lo primero que hice fue quedarme sentado al borde de la cama, viendo mi librero y pensando que todo el mundo estaba ocupado, y que yo era el único sin nada que hacer en el universo. De alguna manera, me pareció triste aquella idea. La gente tenía algo que hacer, o si no, buscaba la manera de mantenerse ocupada. Yo tenía bastantes cosas pendientes, pero sabía que en un dos por tres se resolvían y volvía a tener tiempo para estar sentado nuevamente al borde de la cama.

Me pareció triste la idea, porque cuando yo estuviera ocupado, cuando en realidad no tuviera ni momento para respirar y estar enclaustrado en algo importante, las personas estarían desocupadas, tendrían subrayado en sus agendas: Tiempo libre.

Todos corren a mi alrededor; siempre al pendiente de que las manecillas pasen de la hora indicada; listos para darse prisa, volarse el alto, o pisar el acelerador al ver parpadear la luz ámbar. Personas atareadas. Algunas realmente lo son, otras fingen serlo para zafarse de algún compromiso, otras lo usan para fingir un nivel de estatus, y otras para sólo demostrar que no se quedan atrás, también tienen algo que hacer en este mundo sin propósito. ¿O tiene algún propósito?

No estoy diciendo que no tengo nada que hacer, siempre tengo algo que hacer, pero lamentablemente tengo las cosas organizadas que me controlan el tiempo, y que al ganarles me quedo sin nada. Debería ser como los pseudo burócratas: comerme mi torta mientras se acumula el papeleo para machacarle a la última hora. Está bien, no estoy admitiendo que tengo todo el tiempo del mundo, eso es lo más patético de mi formación: decir que tengo todo el tiempo del mundo, estaría afirmando que soy un inmortal, porque dejaría que algún día, las cosas que tanto quiero hacer tendrían su momento, y eso es esperar sentado a que te lo sirvan en bandeja de plata. Pero, qué hay de ser directo, objetivo, con las cosas que tanto quieres hacer… otra vez a lo más triste: caemos en el nocivo viejo hábito: el ritual o la tradición de seguir paso por paso lo que nos dicta un protocolo impuesto por la sociedad… como por ejemplo: el enamoramiento.

Pero, ¿por qué sigo pensando de esta manera? No soy un hombre común. Ah, sí, ya recordé: El mundo no tiene tiempo… yo tampoco, pero después de todo, creo que sólo me queda regresar al desapego.

2 comentarios:

[Saori] dijo...

ay chamaco pues la verdad no se que decirte, porque ya casi me voy jejeje sorry, pero enserio ya estoy empezando con mi temporada de mayor carga de trabajo, probablemente la mayoria de los que conoces, somos desorganizados, o tal vez demasiado organizados que tenemos todo agendado, y por eso nos mantenemos asi... "activos", toma en cuenta los estilos de vida, los contextos y veras que no es triste lo tuyo, al contrario es algo bueno porque te das cuenta que puedes emplear esos momentos para cosas que te interesan y que has abandonado o desees iniciar :) y q algunos estemos ocupados no quiere decir que nos olvidamos por completo de las amistades, en algun momento de nuestros dias, (al menos de los mios), estas en mi mente

Anónimo dijo...

En realidad tu eres una persona demasiado relajada, es por eso que a todo mundo los ves con un acelere mortal,tu naturaleza es asi de tranquila, incluso aunque sientas todo el peso del tiempo en tu espalda estas sereno y hasta te tomas tu tiempo para seguir meticulosamente los pasos que llevaras (o por lo menos a mi me parecia eso), y esa es una habilidad bastante buena....cero estres...por que habemos muchas personas que por mas tranquilas que queramos llevar las cosas,siempre las aprehensiones nos terminan atando...y es por eso que vivimos en la era de la prisa.....