miércoles, 4 de febrero de 2009

Atención de ensueño

Don Gaspar explicaba la atención de ensueño refiriéndose, primero, a la conciencia cotidiana del ser humano como de atención fijada en los elementos del mundo de la vida cotidiana. Señaló que el ser humano sólo echaba un vistazo superficial pero sostenido a todo cuanto lo rodeaba. Más que analizar las cosas, el hombre simplemente establecía la presencia de esos elementos a través de un tipo especial de atención, un aspecto específico de su conciencia general. Sostenía que de manera similar esta “mirada” sumaria pero, al mismo tiempo, sostenida, podía aplicarse a los elementos que constituyen un sueño normal.

Don Gaspar denominó a este aspecto distinto y específico de la conciencia general atención de ensueño, o sea la capacidad que los practicantes adquieren para mantener su conciencia firmemente fijada en los elementos de ensueño.

El cultivo de la atención de ensueño dio a los nauallis del linaje de don Gaspar una taxonomía básica de los sueños. Comprobaron que la mayoría de sus sueños eran imaginería, productos de la cognición de su mundo cotidiano; sin embargo, habían algunos que escapaban a esa clasificación. Esos sueños eran verdaderos estados de sueño suspendido en la cual los elementos del sueño no eran simple imaginería sino elementos generadores de energía. Para aquellos nauallis, los sueños tenían elementos generadores de energía eran sueños en los que eran capaces de ver la energía como fluye en el universo.

Esos nauallis eran capaces de focalizar su atención de ensueño en cualquier elemento de sus sueños y así descubrieron que había dos tipos de sueños. Uno está constituido por los sueños que todos conocemos, en los cuales entran en juego elementos fantasmagóricos, algo que podríamos categorizar como producto de nuestra mente, de nuestra psiquis; quizás algo relacionado con nuestra constitución neurológica. El otro tipo de sueños era lo que denominaban ensueños generadores de energía.

Don Gaspar decía que aquellos nauallis de la antigüedad se encontraban participando en sueños que no eran sueños sino verdaderas visitaciones realizadas en un estado de ensueño a lugares auténticos situados fuera de este mundo: sitios tan reales como el mundo en que vivimos; sitios donde los objetos del sueño generaban energía, de la misma manera en que, para un naualli vidente, los árboles, los animales y hasta las rocas generan energía en nuestro mundo cotidiano.

Sin embargo, para aquellos nauallis, sus visiones de ese tipo de sitios eran demasiado fugaces, demasiado pasajeras como para ser de algún valor para ellos. Atribuían esa falla al hecho de que sus esencias no se podían mantener fijas durante un tiempo considerable en la posición hacia la cual habían sido desplazados. Sus intentos de remediar esa situación pasaron a constituirse en otra de las altas artes de los mescaleros: la contemplación.

1 comentarios:

[Saori] dijo...

Y se pueden tener los dos tipos de sueños al mismo tiempo?

Esta ocasion me soñe en un lugar lejano, habia una fiesta y yo tenia que ir a casa, a encontrarme con un amigo. Cuando iba hacia ese lugar el cielo nuevamente era gris, pero veia el sol naranja avanzar de prisa... debo dejar los psicotropicos jeje