viernes, 14 de noviembre de 2008

Consejo (pensamiento de un hombre común 7)

No podía conciliar el sueño. Abrí los ojos y miré el techo. Algo me había despertado, posiblemente una pesadilla. De repente escuché un extraño sonido, miré al frente, hacia mi librero y vi un extraño ser luminoso hojear uno de mis libros. Se percató de que lo estaba observando y se acercó lentamente hasta mi cama. Se sentó y me miró; era una mirada cálida. Sonrió y después hablo:

"Sólo he venido para darte un último consejo. Sabes... a veces nos es difícil comprender todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero debes estar consciente de que todo ocurre por la misma confluencia de la vida. Sé que te enojas cuando todo lo que sucede a tu alrededor es de manera injusta, ¿pero qué sabes del propósito (por no decir destino)?

"Tienes que comprender que nada podrá salir tal como tú lo deseas. No te estoy pidiendo que dejes fluir tu vida a la voluntad de algo o de alguien. Sólo debes dejar que ocurra, y admirarte de la oportunidad que se te ha puesto en el camino.

"Por favor, piensa en esto: No puedes obligar a que la gente haga las cosas que tú deseas. Principalmente, porque no tienes el derecho de doblegar su voluntad.

"No te enfades con nadie, eso es muy egoísta de tu parte. Sabes muy bien que nada se gana forzando las cosas. En esta vida, no puedes obtener todo lo que deseas; sólo lo suficiente. Recuerda: lo suficiente, y deberías dar gracias por ello. No se te olvide.

"Lo que te digo es simple: es como si quisieras leer todos los libros del mundo. Nadie ha leído todos los libros del mundo; sólo se leen algunos libros, no todos; incluso, hay ocasiones que persona alguna, ha leído solo un libro en su vida. ¿Comprendes?

"No te estoy pidiendo que seas conformista con únicamente lo que has leído, o con todo lo que ha devenido en tu vida. Sigue leyendo, sigue buscando las oportunidades, sin rendirte. Si no se puede, simplemente no se puede, ya existirá el momento. No desesperes; sólo concéntrate con lo que tienes en las manos, y trabájalo. Esfuérzate por ser mejor cada día.

"Pero te diré una cosa más, cuando logres estar allá, sé humilde y alégrate. Abrázate a ti mismo, y ríe.

"No te reproches por tus errores. Cuando lo haces, actúas como tonto. Recuerda que nuestras decisiones se llevan hasta el final y con responsabilidad, no importa el resultado. Y no seas un aburrido, habiendo tantos errores por cometer, ¿tienes que cometer siempre el mismo?"

Concluyó, y desapareció ante mis ojos.



Entonces, alguien me dijo por última vez: "REGRESA, Y ESFUÉRZATE POR PERDER LA FORMA HUMANA".

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