sábado, 10 de mayo de 2008

Advertencia

Sabías que llegaría este momento, no sé por qué te sientes tan mal. ¿Acaso olvidaste que tus desafíos iban a cesar algún día? Tienes que tener en mente que para un mescalero los desafíos siempre van a estar presente en su sendero. Tiene que luchar constantemente, la vida no es fácil, no se sirve en bandeja de oro o de plata. De que tienes que sufrir, tienes que hacerlo, sino de qué sirve esta lucha constante. Sin embargo, también sabes que este sufrimiento está diseñado para que no te rindas, sino para que te vuelvas más fuerte constantemente.

¿Que realizaste cosas que no pensabas hacer nunca en tu vida? Cancela ese pensamiento, tarde o temprano lo tenías que vivir, para que te des cuenta de que finalmente, ibas a pasar también por ello. No eres el único que está atravesando por cosas asombrosas; asombrosas para el que apenas está abriendo los ojos, pero tú sólo tienes que actuar con humildad a la hora de estos eventos.

Sabes muy bien que no tengo por qué estarte recordando todo esto. Tienes miedo por aferrarte a algo; sabes muy bien que un mescalero no se aferra nada, ni nadie se aferra a él, ¿por qué lo digo? Porque de esta menera no te confundirán con un ser obsesivo. No te creo que estás dando lo mejor de ti mismo. No te creo absolutamente, y sabes muy bien que lo digo en serio. Ellos llegarán por tí para llevarte lejos, muy lejos. Regresarás, sí, pero para tú desafío.

¿Recuerdas que tienes una contienda pendiente para poder alcanzar la totalidad? Bueno, se está aproximando la hora. Tu mundo se tornará en tinieblas, y estarás nuevamente solo. Es hora que nos demuestres de qué material consiste tu fuerza de mescalero.

No siento pena por ti, porque carezcas de bastante energía, sé que al final tenías que pasar por este rumbo. Viste la señal pero no quisiste tomarlo en cuenta. Ahora que el tiempo ha desaparecido, el golpe puede provenir en cualquier momento. Te repito, no siento pena por ti, sino todo lo contrario, alegría. Llego la hora de que seas un mescalero completo.

Así que recoje tus cosas, y lánzate. No mires a ningún ser que esté al lado de ti en este sendero. Recuerda que no puedes llevarlos contigo. No hasta que regreses. Cuando hayas acabado con tu desafío, el siguiente peldaño estará despejado. Adiós, mi querido mescalero, lucha hasta el final. Quizá en algún momento nos volvamos a encontrar en este mundo misterioso.



Tu amigo, Celestino.

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